Mercedes: yo estoy trabajando precisamente en este tema en estos momentos. En Madrid se produjo esta situación, pues aunque la mayor parte de la energía eléctrica se producía con saltos de agua, en los periodos de estiaje o sequía, las eléctricas que operaban en Madrid recurrían a termoelectricidad. Por tanto, los abonados no lo notaban, pero durante la guerra europea, al faltar el carbón y al coincidir -ya fue mala suerte- con unos años, el 18 y el 19, de sequía por falta de lluvias, en la ciudad se impusieron restricciones en el fluido eléctrico que fueron aprobadas por el gobierno. Es un tema muy interesante, pero ahora mismo solo lo estoy trabajando para el caso de Madrid, sería interesante verlo para otras ciudades de España, aunque tengo noticias por la prensa de restricciones en el alumbrado eléctrico urbano, que quizá se debieran a falta de carbón o a la sequía.